jueves, 23 de junio de 2011

basico





bajo a la playa con sweet Bella, la arena está un poco mas fresca, le tiro unas ramas hacia el mar para que corra. Se moja. Bella va y vuelve feliz de la sal a la arena .
No pensaba baniarme despues de un largo dia de trabajo pero su felicidad me contagia. Me quito lo puesto, casi, y me meto. Esta tibia y hay poca marea. Me quedo flotando boca arriba, sin defensas, dejandome, y agradeciendo a la naturaleza su infinita fidelidad para conmigo.

la musica que sonaba

14 comentarios:

Rob K dijo...

¡Qué privilegio!

Marina Judith Landau dijo...

Cuando hoy agradecí a la naturaleza por un paseo precioso con paisaje de desierto, no imaginé que en la tarde estaría disfrutando del mar.
La descripción del momento transporta, con la generosidad de compartir la belleza con quienes leemos.
Bella, bellísima! Se le azoma la lengüita, ji ji ji
Y la música, una joya.
Si no me dan ganas de irme...
Chuik chuik chuik

La condesa sangrienta dijo...

¡Gracias Mary!
(un momento tan perfecto es para disfrutar y callar)

Mari Pops dijo...

rob: que no siempre valoro

marina:
entonces vos salis de tu casa ... y a cuanto tenes el desierto ? Es el desierto con infinita arena, dunas e infinitos horizontes??
no soy tan sensible con el entorno natural, aunque lo disfruto a diario. Sin embargo, en ese momento todo era un mimo a mis sentidos, especialmente la sensacion de flotar y que la Naturaleza se hiciera cargo de mi.
Parece que me fume un porro, no?
No.

Condesa: hola,
perfecto? casi, porque la ausencia de toalla se me hizo un poquito molesta.

PG dijo...

Hola
te mandé un mail, perdida!
Eso que hiciste para mí es imposible, el Pacifico siempre será una heladera
¿Qué música es?

Mari Pops dijo...

2do movimiento concierto en SolM de Ravel., adagio assia.
Otra debilidad mia

Todos me retan. Hasta S. me llamo "antipatica"

Quejicas!!!!!!

La herida de Paris dijo...

Yo anoche legué a casa cansado de laburar y como no tengo el mar enfrente, me sumergí en un buen vaso de whisky, mientras mi mujer le pasaba el peine fino a la menor.

Y también agradecí.

Saludos.

Luigi dijo...

De verdad, que suerte!! salir de trabajar y tener el mar ahi nomás para chapotear un rato!

Marina Judith Landau dijo...

Yo salgo de casa y a dos cuadras tengo el desierto. A medida que me alejo del pueblo voy sintiendo más la energía del silencio, maravilloso.
Infinitas dunas e infinitos horizontes, pero la arena es mezclada con piedra.
Acá una foto desde mi ventana, se alcanza a ver el desierto detrás de las casas.
Y acá una vista del mirador al que suelo ir. Lo celeste, abajo, es el Mar Muerto. Las montañas que están detrás pertenecen a Jordania.
Suelo estar muy conectada y agradecida con la naturaleza.
Muchas veces estoy de porro sin porro. Tenemos tantas formas de entrar en otras dimensiones…
Un abrazo, muy buen fin de semana para todos.

La condesa sangrienta dijo...

Ay, Marina ¡qué hermosa la foto del mirador!
La experiencia del desierto debe ser impresionante, no?

estas son las lindas cosas de los blogs, qué bueno poder compartirlas.

Mari Pops dijo...

Opi: el mar de cabellos de una ninia ... un lujo de la naturaleza

Luigi: Ayer baje casi a las diez y a pesar del viento de Africa este lugar ejerce un papel fundamental frente a mis ojos

Mari Pops dijo...

Marina: Las dos tenemos un horizonte lejano
Un beso

Marina Judith Landau dijo...

Las dos extrañamos el mismo horizonte...
Un abrazo.

Marina Judith Landau dijo...

Condesa, compartir de este modo es maravilloso.
Estar en el desierto es un viaje, un estado meditativo constante.
Besos.