viernes, 31 de agosto de 2012
martes, 21 de agosto de 2012
17:20 ayer
(Barbara Mensh)
soy una mujer que solo cruza ciudades ...
Meu coração não se cansa
De ter esperança
De um dia ser tudo o que quer
De ter esperança
De um dia ser tudo o que quer
Sem dizer adeus
E fez dos olhos meus
Um chorar mais sem fim
E fez dos olhos meus
Um chorar mais sem fim
Meu coração vagabundo
Quer guardar o mundo
Em mim
Quer guardar o mundo
Em mim
Meu coração vagabundo
Quer guardar o mundo
Em mim
Quer guardar o mundo
Em mim
miércoles, 15 de agosto de 2012
miércoles, 8 de agosto de 2012
la ventana indiscreta
pero a veces la posibilidad lúdica, el atrevimiento, el deseo y la capacidad hacia la belleza y hacia lo espiritual entran por esas ventanas de Hopper y arrasan con todo, se desvanece cualquier abatimiento existencial, y en minimísimas fracciones de tiempo y como un misil cruzado haciendo fus fus en mi cerebro, llego a los colores vibrantes de Kandinsky y a Brecht , paso por la nostalgia de Astor, atravieso Neruda y algun cigarrillo en Berlín, cruzo mi album de amores para terminar, indefectiblemente, en la sonrisa medio dormida de mi hija...
domingo, 5 de agosto de 2012
firenzatta
En el 93 me fui de la Argentina. Dejé a mi mamá llorando en Ezeiza y a mi viejo preocupado. No sabía porque, hoy sí. Tenía un plan y poco dinero. Aterricé en NYC en pleno verano cayendo en los brazos de otra preocupada: My dear friend Elastichica. A la semana, ya en California ingresé en el Monterey Instituto of International Languages, graduándome luego con honores. A los 4 días manejaba un Toyota truck 4x4 bordeau y me saltaba inocentemente todos los STOPs del pueblo en el que vivía: average population 78. Me iba a San Francisco seguido y hacía el amor 3 veces diarias. Mi capacidad era increíble. En aquellos tiempos conocí a una italiana guapísima de Florencia de la que me hice amiga junto con un mexicano, hijo del de la exportadora Dole. Habían otros dos hermanos italianos que vivían todo el tiempo de juerga entre Los Angeles y San Francisco y que cada tanto entraban a las clases del Instituto solo a dormir. Algunas tardes la tana venia a casa después de surfear por la costa y preparaba una ensalada de pasta como ésta.
Muchas cosas pasaron desde aquellas tardes. Yo perdí capacidades, o las gasté todas de golpe, dejé de saltarme los STOPs, y olvidé el nombre de ella aunque, desde entonces, sigo preparando esa misma receta que en su honor nombré "Firenzatta"
"Firenzatta"
Un paquete de fusiles, a punto y enjuagados en agua fria
muchos tomates peritas cortados en pequenísimos trozos
ajio muy picadito, a gusto
albahaca, como la de mi maceta
sal
pimienta negra
aceite de oliva, con generosidad
gotas de medio limón
parmesano
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