martes, 30 de diciembre de 2008

FINE

hasta que nos volvamos a ver les deseo que la belleza de la metáfora salga finalmente a escena

martes, 23 de diciembre de 2008

urgencias


Hace cosa de un mes mientras manejaba me paro en un semáforo cualquiera, veo una farmacia con la clásica cruz verde de urgencias.
Viene la verde, sigo pero mientras el coche va en una dirección mi mente y yo vamos por otra. Al segundo mi secreter mental abrió su caja rebuscó y encontró



Te molesta mi amor?
Mi amor de juventud
Y mi amor es un arte en virtud
Te molesta mi amor?
Mi amor sin antifaz.
Y mi amor es un arte de paz.
Te molesta mi amor?
Mi amor de humanidad
Y mi amor es un arte en su edad
Te molesta mi amor?
Mi amor de surtidor
Y mi amor es un arte mayor

Mi amor, es mi prenda encantada
Es mi extensa morada
Es mi espacio sin fin
Mi amor, no precisa frontera
Como la primavera, no prefiere jardin
Mi amor, no es amor de mercado
Por que un amor sangrado
No es amor de lucrar
Mi amor, es todo cuanto tengo
Si lo niego o lo vendo
Para que respirar.

Mi amor, no es amor de uno solo
Si no alma de todo
Lo que urge sanar
Mi amor, es un amor de abajo
Que el devenir me trajo
Para hacerlo empinar
Mi amor, el más enamorado
Es del más olvidado,
En su antiguo dolor
Mi amor, abre pecho a la muerte
Y despena su suerte
Por un tiempo mejor
Mi amor, este amor aguerrido
Es un sol encendido
Por quién merece amor.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

merging


A veces vos pensas en mí mientras yo revuelvo una salsa un jueves, o vuelvo del trabajo alguna tarde, o plancho aquella blusa de seda blanca.

A veces yo pienso en vos mientras vas manejando a tu trabajo, te pones una camisa blanca, almorzas con gente, o estás durmiendo.

Sólo las veces en que pensas en mí, cuando revuelvo la salsa, o plancho mi blusa blanca, o vuelvo manejando del trabajo, nos estamos pensando.

También debes pensar en mí alguna vez que duermo porque me gusta dormir.

viernes, 12 de diciembre de 2008

tengo mucho hambre mami

Ayer lei una nota que me arrebató el dia.

Ocho niños menores de cinco años mueren por día en la Argentina por desnutrición.
En la Argentina hay 2.100.000 personas que no tienen garantizado el acceso a una alimentación básica. Eso equivale a unas 330.000 familias

La desnutrición no se diagnostica al momento de morirse un niño. Se muere de un paro cardiorrespiratorio, de un broncoespasmo. La desnutrición es el telón de fondo vinculada directamente con la pobreza. Según datos recabados en la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, realizada por el Ministerio de Salud entre octubre de 2004 y enero de 2006, en el país el 15% de los niños padecía entonces desnutrición crónica; el 5%, desnutrición aguda y, el 2%, desnutrición grave.


Más de 45.000 familias viven en casas de piso de tierra, sin agua potable, con mayores de 16 años analfabetos... Eso es un problema que potencialmente lleva a una tercera generación de gente pobre con desnutrición.

Me metí en esta pagina donde se necesitan voluntarios y/o alimentos:
http:// www.rutassolidarias.org.ar/site/index.html
1422 lugares desparramados por el pais y afectados por el hambre.

...

En Constitución un cartonero encontró en un contenedor mientras revolvía su día el cuerpo de un niño de entre 3 o 4 años muerto por desnutrición.

Este es nuestro triste país

Hoy esto debe ser por lo menos un examen de conciencia para todos.


No hay música, no hay fotos

Hay dolor y verguenza

Tuya

Mía

martes, 9 de diciembre de 2008

un vaso de leche, un tordillo, la primera vez y otro vaso de leche



Una primavera se llegaron todos hasta la estancia del tio Eduardo en Pergamino. El pueblo le ayudaba a calmar el asma.
En la cocina Doña Josefina preparaba todo bien -buñuelitos, manteca casera, pastafrola, y la mermelada de ciruelas. Los olores dulces y la buena voluntad de esta mujer la embriagaban. Josefina, morocha mujer del capataz, la trataba todavía como una niña a pesar de que aquellos pechos porteños ya habian florecido y alcanzado más de los 95 desde el primer día de la pubertad.
-Hijita, que linda estás- la abrazaba con el delantal lleno de harina. -Tomáte esta leche- le decia la mujer mientras filtraba en un colador de tela la nata que echaba la ollita de latón.
- Pero sólo si después te tomas unos mates conmigo- contestaba picarona ella
- Si, mija, pero la leche enterita que hace crecer-

Sus padres se repartían por ahí. Felisa dormía buenas siestas y Luis se pegaba a la peonada con curiosidad rural.
Aquella vuelta cayeron unos desde Mercedes, amigos del Tio Eduardo y de su mujer. Eran dos autos llenos de chicos Carlos, Fito y Oscar y algunos padres. Parecian desatados andando a caballo y divirtiéndose. Los primos de Capital tardarían otras tres tardes en llegar. Asi, compartieron comidas y risas.
Al dia siguiente Carlos se acercó a ella amigablemente, se bajó del caballo, un tordillo argentino que ella habia montado con anterioridad.
- Vení, te llevo a dar una vuelta- Carlos le tomó la mano fuerte y ella se dejó explicar lo que ya sabía, para que Carlos se sintiera machito en su rol.
- Ahora pones el piecito acá, dále yo te tengo, agarráte de las riendas que yo me monto detrás tuya para que no te pase nada. Dale que no te vas a caer- decía Carlos.
Así, salieron los dos a caballo por el campo del Tio Eduardo. Carlos la llevaba a paso y con gentileza y ella no queria ir a ningún lado, ni bajarse del tordillo ni de las riendas de Carlos. Se gustaron. Los cabellos de ella volaban hacia atrás y Carlos los olfateaba mientras hablaba.
-Te gusta el paseo?. Sos linda, eh- avanzó él
- Sí- sonrió ella
- Sí que?? Sí, sos linda o sí, te gusta el paseo?- dijo él mientras levemente apoyaba sus manos sobre las de ellas con la excusa de ajustar las riendas.
- Si soy linda lo dirás vos. Por ahora me gusta el paseo- dijo sonriente y mirándolo de refilón.
- Sos relinda – y ahi mismo Carlos le quitó suavemente el pelo fresco de la cara, paró el tordillo con sus piernas vaqueras y le torció la cabeza para besar sus labios.
Ella sintió escalofrío y hasta un leve mareíto que Carlos habilmente aprovechó para sostenerla con sus dos grandes manos.
Ahora el beso se hizo mas profundo y recurrente. El la besaba con toda su lengua haciéndole notar lo que le estaba provocando.
-Date vuelta- y la sentó encima de él sobre el tordillo comiéndosela a besos por un rato. Recostada sobre el animal le revisó los pechos y sobre el pantalón beige de ella, apoyó su vaquero con su miembro latente para que lo sintiera.
-Espera, ahora no. Mejor volvamos- suspiró ella
-Un ratito mas, está lindo esto, no? Y mientras le subía la remera hasta quitársela por completo. Un ratito más y después te llevo– Ella obedeció mientras el se bajaba del caballo y ponía su camisa abierta sobre la hierba fresca.
-Que linda sos- y así después de acomodarla empezó a pasarle lengua y boca y lengua de uno a otro de sus pechos mientras seguía apoyando su pantalón aún cerrado sobre el de ella ejerciendo cierta deliciosa presión e imitando el movimiento de la carne.
Ahora Carlos le abría el pantalón beige y buscaba desesperado. La sintió húmeda, eso le gustó.
-Sos linda y me gusta que te guste mi sexo- la palabra la volvió a la realidad por un instante en el que llegó a avisarle –nunca lo hice antes-
-Ya sé, me di cuenta, yo te llevo despacito, te va a gustar- Ahora el turno para abrir el pantalón era de él, ella se irguió un poco para ver aquello prohibido, él acercó su punta y jugueteó con ella para que se acostumbrara. La besaba mientras que con sus piernas apuraba la salida de tanta tela.
-Te gusta?- le susurró con la lengua al oído.
-Sí, pero no sé que hacer- gemía ya un poco ella
-Nada, dejámelo a mí- Y ahora con todo el poder de las hormonas, la humedad de ella y la media desnudez de los dos apuró su órgano en ella provocandole dolor. Ella sintió el compás intenso y mas acelerado de él que ya no besaba ni tocaba sino que se concentraba empujando su placer campero hasta las entrañas.
Confundida por el dolor rasgado y sin saber que hacer cuando él se retiró, pensó en otro vaso de leche calentita que Josefina prometía siempre en la cocina.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Black Friday


El viernes después de Thanksgiving se realiza en los Estados Unidos las rebajas más prometedoras del primer mundo capitalista. A este dichoso día se lo conoce como “Black Friday”.

Ayer leí en un “X Times” a las apuradas una noticia que me siguió picando durante el día: creo que ocurrió en NYC; cuando se abrieron las puertas de unos grandes almacenes las multitudes ansiosas de más, “mataron” al agente de seguridad del comercio en cuestión.

Sería muy fácil criticar al gigante imperialista y hacerlo cuasi responsable del fenómeno. Lo mismo podría darse en cualquier lado si cupiera la posibilidad de tan increíbles descuentos. El análisis intenta más.

El tsunami asesino “liquidó”, nunca mejor dicho, a una persona el Black Friday pasado. Por qué corrían esta gente?, qué era lo que tan desesperadamente intentaban adquirir a mejor precio? Detrás de qué sus cuerpos atraparon a una persona de forma tan desquiciada.

Triste
Triste la muerte de una persona y más la desperación de tantos corriendo detrás de algo.

Pero, qué hay detrás del acto de poseer?
La palabra consumismo es un término que se utiliza para describir los efectos de igualar la felicidad personal a la compra de bienes y servicios o al consumo en general. El caso es ejemplificado por la frase cuanto más consumo, más feliz soy. Ahora, muéstrame la felicidad que adquiriste a tan bajo precio
Hay algo de satisfacción en el momento posesivo, como en la cópula, se arranca del afuera algo que integrará nuestro lote de “vacíos” numerosos.

La video digital me cuenta quien soy, el teléfono celular última cilindrada me explica mi silencio, el televisor de plasma me devuelve el respeto que necesito, el notebook me acaricia, la remera turquesa me abraza el cuerpo, unos aros de piedritas me susurran lo que espero, los parlantes aquellos me escuchan interesados, el audio de Panasonic me habla de amor.

Sino es así, porque compramos tantas cosas compactas, prácticas e idiotas revolcados en una marabunta infecta de cerebros planos abriendo la boca deseosos y jadeantes de más.

Una preguntita señor, Usted, sabe en dónde se vende lo que en verdad necesito?