lunes, 31 de diciembre de 2007

2008

...el 2008 y todo lo que quieras de él
!!! Muchas Felicidades !!!

viernes, 21 de diciembre de 2007

XII

Mi amor es de aquí al lado
De donde todas las miradas son australes
Y en donde duelen civiles gestos, todavía.

Mi amor camina por una letra andina
Y se pinta en el corazón la luna
Y las alturas.

Tiene olor a bosque
y a bosque de araucarias,
a tiempos mas despacios,
y a justos comentarios.

Mi amor es de aquí al lado,
Y en el se resume todo lo que he amado.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Parando olas


Durante toda las tardes mi hija se detenía a la orilla de este mar esquinero y le hablaba a cada una de las olas, que dignas e infinitamente poderosas, pasan por nuestra casa.
Desde la sombrilla no entendíamos muy bien que hacía nuestra hija, y muchas veces ni le prestábamos atención.
Sus manos se alzaban hasta la alturas de sus hombros bronceados, abría sus palmas con rigidez, y cual Mago Copperfield repetía un autoritario “STOP!!!” ante el incesante arrebato de nuestras olas atlánticas.
A veces volvía corriendo con su pelo largo y rubio desteñido y entusiamada nos confesaba: “I have the power to stop the ocean!” “Las olas me escuchan mami y me obedecen y por eso les tengo que dar de comer para que sepan que io les mando y que les cuido.”
Mr. Poppins intentó, cual hombre de ciencias, explicar el fenómeno a mi niña que ya empezaba a llorar ante lo que los adultos llamamos “la cruda realidad”. Yo tomé su brazo y le gesticulé un: no!
Reconozco que era un poco tedioso llenar baldecitos de tortitas areneras y algas resbalosas durante horas y días para alimentar un monstruo eternamente hambriento.
Pero el amor todo lo puede y todo nos enseña.

Las olas comenzaron a morir frente a sus delicados pies y se hincaron ante mi preciosa niña con respesto de musulmán hacia la Meca.
Ella sigió con su gesto literalmente divino sometiendo al mismo poder de la Naturaleza.

Y nosotros, y el propio mar, nos rendimos finalmente ante sus pies.

martes, 11 de diciembre de 2007

Callejones

A veces hay sólo una forma de salir. Y a veces no hay ni por donde salir.
Nunca fui de pensar preventivamente como voy a salir de ésta. Mas bien mi tendencia es lanzarme sin premeditada exploración. Es la desgracia que padecemos los extremadamente curiosos y caprichosos. Great combination!
Nuestra amiga del alma, de Elastichica y mía, vino a pasarse unas semanitas a España, después de un duro año de laburo y de eternos viajes diarios desde Palermo hasta Pompeya. A ella siempre le dijimos Negra, mujer atractiva de pelo indio, delicadas manos, poco aguante, bijoutería étnica, y adjetivos perfectos.
Las tres somos muy distintas. Bueh, en realidad, Elastichica y yo podemos tener más en común, a veces parece que vivimos jugando, entretenidas y fabulosas.
Ella, sin embargo, tiene un perfil mas realista y dedicado a cumplir, y con la mirada de aquellos que saben desde siempre. Siempre fue así, aún cuando teníamos 20. Es, de las tres, la mas incondicional. Mas inteligente que yo, mas realista que Elastichica, y mas buena que las dos juntas.
En fin, llegó a Andalucía cargada de regalos y de buenas palabras.
A los días sugerí a mi amiga: “Hoy, Negri, te voy a llevar a un pueblo blanco”, de esos que tan bien describe Joan Manuel.

Cuando en España, y sobretodo en las comarcas te contestan a la primera pregunta de estoy perdida!: “Siga todo recto”, aprendé para tu futuro que lo que es recto para nosotros es,…..quien sabe qué para nuestros amigos gallegos. “Déle recto”, significa, siendo lo más preciso posible, siga la dirección, aunque esto implique que el volante, aún hidraúlico, se canse de tanto contorsionismo.
Como a caprichosa no hay quien me gane, llegamos rectamente a Arcos de la Frontera. Joan Manuel recitaba, “colgado de un barranco…” y siguiendo el compás de mi ídolo catalán empecé a subir y subir .
“Déle recto”, me decían. Para mí esto significaba suba al mundo y no pare hasta alcanzar el prometido placer. Torcete toda, cual intestino y con coche incluido, y llegá.
En el ofuscado intento pasé, un cartel que decia “Prohibido el paso, Casco Antiguo en Obras’, pero aclaro que la prohibición no parecia tener carácter inminente. La Negra no lo vió, estoy segura porque no ve nada, sino me hubiera puteado al verme seguir. Cuanto más arriba avanzaba, mas se complicaba la cosa, y yo “colgada” y “colgada” seguía insistiendo. “Che, pero, sabés adonde vamos?”. Es chicata, pero no tonta. Yo le contesté: Sí!!!!!! una vez vine y hay un callejón de las monjas que te quiero mostrar, que tiene unas vistas preciosas. Mirá, bajame un poquito la ventanilla y meteme el espejito retrovisor de tu lado para adentro porque no quiero rayar el coche”.
Mr. Poppins, de haber estado, me hubiera hecho firmar el divorcio y la patria potestad en ese mismo momento. La Negra, no. Para eso estan los amigos, al menos por un rato mas.
Como dicen acá, nos "atascamos" en un callejón blanco, sinuoso, dos cm. mas ancho que mi coche, y que se retorcía y se ajustaba orograficamente a las alturas que Serrat me había contado en los ochenta.
Adelante como a 20 mts. se veía el enorme pozo del suelo empedrado de Arcos que el Ayuntamiento había decidido cavar para el arreglo de algún servicio, por lo visto imprescindible para los arcocitos, arcenses, arcos y arcas, o como coño se les diga a sus habitantes.
“Y ahora?????” me dijo la negra sin ninguna esperanza, “que mierda vas a hacer?”(masticando mucho la eme)
No había salida, o avanzando 20 mts. nos caíamos en una garganta hasta las entrañas de la misma tierra, o para atrás mi coche cual vaca desconfiada deberia ejercitar imposibles retorcijones barranca abajo. Aunque según Borges de los laberintos se sale por arriba, esta metáfora tampoco ofrecía soluciones posibles.
Para distraerla infantilmente de lo que en unos minutos se iba a convertir en una inevitable pelea y sin lugar posible por donde escaparme, le dije: “Mirá que linda las vistas”. Siempre fui entusiasta, cabezadura (el relato lo prueba) y muy positiva. “Pero sos boluda!!!!me gritó ella siempre tan negativa pensando en que jamás saldría de España y en que moriría allí conmigo atrapada en un pueblo retorcido que nunca conoció.
“Negra esto pasa porque vos nunca quisiste aprender a manejar, la boluda sos vos! (No hay mejor defensa que un buen ataque, dice mi amiga Rocky en Frackfurt). Si supieras manejar …..Ahora vos, además, no trabajas en Recursos Humanos?, no se te ocurre algo? "
“Andate a la p…” les dije la pelea no había como evitarla.
La Negra miraba hacia afuera. La distancia que alcazaba su vista con la pared próxima y blanca era de umm 10-2= 8cm. Eso! 8 cm. pero yo prefería que mirara para afuera a que me mirara a mí. Igual eso no era un problema porque no ve bien de lejos. Le hice la bromita, pero tampoco funcionó. Elastichica hubiera reaccionado diferente. Tal vez con ella todavía estábamos ahí inutilizadas, pero muertas de risa.
Finalmente, alguien llamó a otro alguien, que trajo a otro alguien, y medio pueblito se acercó a ver a estas niñas urbanas que traían el espectáculo de la matine. Otro alguien se metió por el baul de mi coche con mi permiso y se desplazó hasta mi asiento empezando la marcha atrás mas dificil del mundo. La Negra me maldecía, lo sé. Yo exquisitamente le conté al señor que mi amiga quería conocer el pueblo e insitió con verlo desde arriba. Yo le dije que era casi imposible, pero Ud. ya sabe y…es una amiga, viene de lejos, está de visita y hay que complacerla. Finalmente nuestra Negra se rió. Seguro porque reconoció la oportunidad de la salida y de su regreso a Palermo y a Pompeya. Al final testaruda como es, siempre se me rinde.

La Negra hermosa y sabia, aun no sé cómo, pero me adora porque es otra “colgada” y uno de los pilares de mis alturas.

Para la Negra, a quien debo Arcos, la próxima vez a pie.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Frío y Heladas

Pensábamos que todo era possible, hasta atravesar el frío.

Contamos siempre con buenos recursos: títulos bajo el brazo, familias presentables, decente belleza, cariño sobrado, y un gran porcentaje comparativo de buena suerte.
Finalmente, pudimos todo aquello e incluso, estirando, un poco más.
Sin embargo algo no se dio.
Hoy seguimos sin saber qué fue!

En alguna parte del camino nos quedamos sin atrevernos a mojarnos los pies en el agua helada.