jueves, 29 de enero de 2009

Mark & Alí

Hace unos días, during dinner, Espaniolica comenta (en ingles, sorry)
"Mary Amburst is saying that her mom's family was related to William Shakespeare and the girls are laughing at her. I didn't, but I don't know if I can believe her, can't I?"

Yo, madre entusiasta, respondo: "Claro, se es inocente hasta que se prueba lo contrario. Sí!"

La sorpresa llegó cuando Mr. Poppins nos cuenta (in english again):

"Well, I know you are going to laugh, you and your argentinean flavor, but my mom comes straight line from Mark Twain."

Yeap, that's right! Mark Twain!!!

Los ojos de la ninia se agrandaron como el plato y como es debido y yo me atoré con el huesito de turno... pensando Oh, my God he is worst than me...
Aún así mantuve la compostura, como pude, claro.

El padre continuó: "So, you never know, but I will highly recommend don't tell that to anybody cause you don't want people to make fun of you" mientras yo pensaba... Oh, you bet!!!!!!

Nadie escuchó esa parte porque yo estaba ya llamando the Emergency Room a que me sacaran el hueso y a pedir cita con Behavioral Clinic, just in case.
....

Sé del humor de mi viejo y me pareció una filosa historia para provocar su ironía

"Pa, sabes que Tom dice que desciende de Mark Twain, no?"
(así de una)

"Sí???, y decile que vos venis de Alí"


"Qué Alí?"

"Alí Babá, y los 40 ladrones. Lo que hay que escuchar y con el calor que hace......."

lunes, 26 de enero de 2009

Cocoon

Se acerca sonriente y tímido. Ella, hecha un bollo, lo espera arrinconada en el sillón con los pies descalzos y fríos. El le estira los pies. Saben lo que viene, sonríen ante la picardía aún más todavía.
Juguetonamente ella le aleja la cabeza que avanza sin respeto alguno.
Cierran los ojos y juntos detienen el tiempo y se arriman.

Las dos manos se meten por su pelo hasta alcanzar el broche que debilmente lo sujeta, se suelta, los ojos hablan entusiasmo y libertad. Ella moja sus labios para que él se los pruebe y él, claro, los prueba entre los suyos como barnizando un óleo en rojo siena. Ella será quien abandona la sonrisa para delimitar los labios de él, en un entretenido mover de su lengua. Una mano de él guía el pie frío de ella hasta el vértice de su pantalón, le mantiene el pie ahí ejerciendo una gustosa presión. Ella le juega con sus dedos como si tocara un instrumento musical. Puede adivinar el tacto interrupido del placer. Detienen el tiempo.

Ellos existían desde siempre, escondidos. Sólo había que esculpir la piedra que los cubría, vaciarla para hallarlos así, retorcidos, soplarles el material de sobra y borrar el resto
El beso se retuerce ahora mientras él la trepa. El pie de ella siente su estar vivo y su cabeza que huele a mariposas se aleja del beso torneándose hacia atrás. El avanza, murmura algo que le hace sonreir aún más. Sus manos indagan los relieves cumbrosos y blandos para entrarlos en su boca mientras la mira. Ahora es ella quien susurra a la sonrisa de él, se hacen palanca y escarban la diferencia del otro. El aleja aquel pie ya tensado hacia arriba. Lenguas, manos, y el frío que acaba.
Desde adentro sienten borrosamente el arañar filoso de un cincel... siguen
Baja él, gusta lo que le gusta generosamente, espiando la sensación de ella, mientras más manos quitan lo molesto. Sube él y le barniza de nuevo los labios con su propio sabor. Hacen lo que todo el mundo hace, pero no.
Invierten lugares, él pide, ella dá, él pone, ella recibe, ella pide, da él. El acomoda la virilidad sobre el canal jugoso de ella, friccionan, se miran, viven. Juegan así un rato dándole razón a lo que han nacido. El quiere verla ahora inclinada, le recoje el pelo, es ella quien lo espía. La tibieza asoma, el apuro tambien. Quieren todo y todo dan. Amantes de la vida. El la retira y suavemente la despliega como un mapa por el que va a recorrer mares y colinas perforándolo deliciosamente. No paran de sonreir, se acaloran, él la enrolla como una medialuna hacia arriba y busca desesperadamente acomodarse donde debió estar, ajustado y encajado en el mismo centro de su universo para enterrar lo que jamás debió ser separado.


La piedra que los mantiene encerrados hace transparencias, advierten peligro, se detienen, se asustan, se agazapan y se inmovilizan eternamente ante la primera luz del taller.

martes, 20 de enero de 2009

7

"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua."

martes, 13 de enero de 2009

Marslow, Kandinsky & Maricarmen


No necesariamente hablaría de regla inversamente proporcional entre la búsqueda de la plenitud y la experiencia sensible de la felicidad, pero por ahí va el hilo de mi pensamiento.

A veces pareciera que cuantas más preguntas nos hacemos y más búsquedas intentamos, más complejos nos volvemos y más difícil pareciera el disfrute de lo simple y de lo sencillo. Iach!

Los detonantes de este post fueron una conversación al pasar sobre la teoría de Marslow, un poster de Kansdinsky que reposa en el banio de arriba, donde me inmerso a diario para escapar del frio, y la incondicional presencia de mi amiga Maricarmen.

Maricarmen se asoma a mi vida con sus frecuentes preguntas: “Y eso por qué, Mary?” “No, no te entiendo, por qué?” “pero .... por qué???” Y más que preguntas, diría son afirmaciones asombradas sobre mis disquisiciones o comportamientos, como si me metiera en el mar estos días o empezara a detonar pirotecnia en una gasolinera.
Simplemente no comprende. Claro que desde que mi amigo Juan, Lila y yo –los tres portenos- vivimos en este pueblo tiene entretenimiento garantizado de circo itinerante.
Yo la observo y se de su sapiencia natural y de su sana visión de la vida.

Quisiera ser así. Quisiera?

Se puede desprogramar lo aprendido? hacer un camino inverso? Por qué, como dice ella, “rizo el rizo” y ajusto más. Por qué miro hacia arriba en busca de sentido, por qué en la ambiguedad de mi relativismo las posibilidades crecen y más me atraen, por qué no aprendí aun a ser categórica, lineal, obediente.

Puedo desintoxicarme de mí? Sería conveniente hacerlo para disfrutar más?
Voy en camino a la ignorancia de la felicidad?

Sé la respuesta.

Crecí en Buenos Aires. Mi viejo me incitó a la lectura y encubiertamente a la falta de practicidad. Me habló de Marslow y de la búsqueda de la plenitud mientras los estratos inferiores estuvieran satisfechos, bah, me complicó la vida. Con el tiempo otros factores me sedujeron hacia el inquieto malestar de las preguntas, el mundo de las ideas, y hasta el gusto por la pintura abstracta, especialmente Kandisky. Me volví más desconfiada de preceptos y le tomé el gusto a la libertad. Sé que tengo que vivir con insatisfacciones parciales pero que a la vez motorizan mi espíritu y me hacen andar el único riesgo de mi vivir.
Mis certezas son cada vez menos. Me limitaria a la intrínseca confianza depositada en la ley natural, a la inocencia de los ninios, y al inexorable correr del reloj.

A pesar de, me siento ciertamente virgen en el plano de las emociones y vivo de la ilusión. Como una pequenia aún puedo reirme o sorprenderme, me conmueve de manera intensa el amor, las partidas, el dolor y la alegría. El ironismo asomó hace un tiempo pero no cuajó del todo, no soy tan inteligente. Ni hablar del cinismo, esa no soy yo.

Guiando a mi hija, pienso por qué le explico ciertas cosas, por qué ya leyó “Instrucciones para subir una escalera”, por qué creo que será bueno que lea lo que pueda, que analice, que sepa elegir, que suenie, que procure la belleza. O, será mejor que “aprenda” lo menos posible, que sea feliz con poco, que coma y duerma bien, que no avance por los escalones de Marslow hacia la oscuridad, o hacia la luz?

Intuyo una respuesta levemente.


Es complejo vivir así, en búsqueda de la ilusión. Pero no hay vuelta atrás, al menos para mí.
Lo que importa es poder seguir emocionándome con la belleza de Evans, de Neruda, de Kandisky, y de Maricarmen.