Berlín, ave fenix

we will be landing in a couple of minutes. The temperature in Berlin is -5 and cloudy. Please do not turn you mobile phones on until the plane has completely stopped. Thank you for flying with us and do not forget your personal items in the aircraft.


Salir de Tegel Airport en pleno invierno alemán, sola y de noche me provocó un guiño interno, kinddaofcool. Me subí al taxi e indiqué Bulowstrasse donde una maravillosa sorpresa me esperaba.

Dicen, Berlin es LA ciudad de Europa, que el movimiento artístico es pujante y que todo se cocina alli. I still don't know, eso parece, aunque claro las diferencias del lenguaje y los -6 me echaron pa' atras en varios momentos de mi investigación urbana. Sí es cierto que desde hace tiempo tenía mucho interés en visitarla. Mis primeras y constantes impresiones fueron encontradas. Por empezar me sorprendió lo grande de la ciudad , lo despejada y abierta. En cierto modo me recordó a Washigton DC con sus interminables avenidas, sus edificios gubernamentales, y amplísimas aceras. Predeterminada por el turismo europeo , creí, sin pensarlo demasiado, que encontraría esos barrios , resabios medievales que tanto me gustan, para perderme. No fue así. Berlin quedó como una ciudad desmantelada, destruída y fraccionada, además, entre los aliados en el '45. Todo es nuevo, aún lo que queda de lo viejo. De alguna manera la ausencia de eso defraudó un tanto mis espectativas. Aún así y con mis defensas bajas me metí en Berlin lo que más pude, incluso fui al cine.


Lo que no vi, pero sí en fotos, fueron testimonios de aquel Berlin del '45. Mi impresión fue de compasión, la orgullosa ciudad era un retorcimiento de escombros grises y de humo y de olor a muerte y destrucción. Pensé en aquellos tiempos aunque la ciudad en sí hace todo lo posible por disimular aquel pasado de guerra, holocausto, totalitarismo y muros. Más tarde mientras recorría la exhibición en la vieja Gestapo, la SS, aquella sensación empática de compasión torció freneticamente hacia el desprecio y la rabia por la aceptación de tanta crueldad en contra de judíos.


Berlin es hoy la ciudad de la arquitectura. No digo "por excelencia" porque debería conocer Shangai, Tokio, Dubai, y no. Pero es maravilloso el enjambre arquitectónico que se ha tejido por allí. Confieso, que desde que estudié algo de arquitectura y diseño con Marta Zatonyi aprecio mucho más este arte.


Grandes nombres de la arquitectura moderna se despliegan por todo Berlin. Norman Foster diseñó la fantástica cúpula del Reichtag (Parlamento Alemán) La explicación que escuché en mi autoguía fue excelente aunque complicadísima de transmitir -por falta de inteligencia-: ingeniería solar, sistema de calefaccionado, caracoles de subida y bajada entrecruzados, etc.


Postdam Platz, diseño de Renzo Piano, alberga el solar del Festival de Berlin, un centro gastronómico y el Sony Center. La cúpula de Helmut Jahn, me dejó sin palabras.

Chippenfield remodeló el Nuevo Museo de Berlin que hospeda una gran colección de arte egipcio y el famoso busto de Nefertitis.

Entre muchos otros menciono especialmente Daniel Libenkind -al que desconocía- firmante del proyecto del nuevo Museo Judío.
La funcionalidad, característica de la arquitectura moderna, está presente en este edificio, aunque también el diseño juega con el espectador y larga en sí mismo un metamensaje provocador de sensaciones. Solo decir que la Torre del Holocausto, donde no hay nada más que negro, ni siquiera hay calefaccion, me provocó un vacío intolerable que duró 3 o 4 segundos.


Dejo el muro para el final. Me costó entender su recorrido, el porque de su trazado. Sigo con dudas. La primera nota es la fecha de su contrucción: en el '61. Su final el 9 de noviembre del '89. Aunque no exacto, sentí la contemporaneidad. Eso fue una intensa impresión. Pensé que mientras cantaba con amigos en la nostálgica Buenos Aires, una chica como yo intentaba cruzarlo, mientras alguna noche soñaba con él, alguna chica como yo tambien soñaba con su él, mientras yo estudiaba leyes algun joven como yo creía en la utopía. Dejar el Este. Dejar y escapar, o no y entregarse y arriesgar hasta la sangre y huir o no ...


El muro no está, lo sacó la gente, la hermosa voluntad popular.
Pensé en los muros invisibles, los que a veces me rodean. esos a los que yo también necesito demoler.