miércoles, 12 de octubre de 2011

Metronomo



El verano se resiste, aquellas sandalias, esa remera y esta falda larga van bien. Espero hablar poco pero me obligan a contar lo que últimamente quisiera no repetir ya mas: futuro, lugares, anecdotas de cuando yo también era ingeniosa y era genial ...
Se van los demás. El verano deja pesado todo de quietud. Se escucha afuera el taconeo de algún gato vago mientras que sigue sonando jazz, adentro.
Sobre ese banco destartalado de afuera nos contamos.
- mejor me voy -
- no, primero un abrazo -
Me acerco, me sienta graciosamente sobre él, nos abrazamos para un lado, nos abrazamos para el otro lado, un péndulo. Es bueno descansar un rato así en su cuello. Suspiramos. Me respira, me estruja la espalda, y nos besamos como en un nido tibio y perezozo.
Para acá, para allá.
Para acá, para allá.
Como un metrónomo.

4 comentarios:

La condesa sangrienta dijo...

Este metrónomo suyo ha sabido transmitir muy bien el tempo ralentizado del verano que muere y el del abrazo que no se decide a terminar.

PG dijo...

Exquisito momento, me dio calor

La condesa sangrienta dijo...

The Nearness Of You ¿estaba tan cerca mío esta mañana que no lo vi?

Amo esta canción que terminó de ponerle el moño al post.

Mari Pops dijo...

Conde usted en tres renglones (depende del font) dice mucho mejor las cosas
And the nearness of you ..... Biutiful


Pg: aca seguimos aferrados a un verano caprichoso , ayer 33