fría manana por Triana

Sevilla me hace sonreir aun en este frío invierno.
Me meto con mi carromato por las callejuelas de Triana, tal vez el mas típico barrio sevillano hasta llegar a Pureza para después girar hasta Castilla metiéndome los retrovisores en el bolsillo. Venden castanas por la calle. Las preparan en una ollas con sal gruesa y sobre carbón. Después te las envuelven en un cono de papel manteca.
Crucé el mercado de Abastos, que es otra de las cosas que me gusta hacer: ver los puestos de verduras y frutas y pescados y escuchar los anuncios a viva voz de "Pulpo Pulpo y boqueronessssss"


por esto es que Sevilla siempre huele a azahares ...


Bueno, volvamos a mí. En mi día libre me refugié en Triana para comprar vinilos. Tomé un café frente al puente (el de la primera foto) famoso porque las procesiones de Semana Santa pasan por ahí en plena madruga' y bajo saetas. Y esa agua que se ve es el Guadalquivir, el mismo que casi llega a casa pero que ha tenido la gentileza de quedarse por Sanlucar de Barrameda. Después del café y del mercado me metí en don Cecilio en busca de vinilos. La tienda es enorme y no sabía por donde empezar. Cada disco salía entre 9 y 15 euros y era todos usados. Empece la búsqueda sin orientación alguna; muchas de las tapas detonaron momentos que después de vividos nunca mas había recordado. Algo de lo que compré hoy.


Y estos son todos los que ya tengo. 1,2,3,8 OCHO! Nada mal

Estabamos con Getz, pero apareció Luigi y dije sí, mejor Phil. Y lo compré porque era lo que sonaba el casi anio que viví con mi amiga Elastichica por Plaza San Martin.
Do you remember?