
a mi nuevo amigo gay le gusta mi marido!
Andrés era un flaco flaco de pelo largo que rodeaba timidamente a los de un grupo de rock y de oración del Marianista. Una tarde, mientras andábamos debajo de la A25 de Mayo, me di cuenta que me gustaba cuando me dio un papel con una poesía escrita por él. Eran otros tiempos y no sabíamos que unas décadas más tarde caminar bordeando la autopista del sur sería más peligroso que la propia Kabul. A veces, me esperaba a la bajada del colectivo 133, uno marrón que baja todavía por Carabobo hasta el Parque Chacabuco. Caminábamos mucho y no sé ni de qué hablábamos. Tenía un anillo ancho de plata en el índice y andaba siempre con un cuaderno espiral donde anotaba pensamientos. Me parece, ahora sondeando en el pasado, que ni el ni yo sabíamos lo que era el futuro. Ni teníamos por que.
Aziz es un businessman que viene del Reinado de Bahrain y está en mi trabajo transitoriamente hasta que parta en unos días a Londres. Nació en Pakistan y tiene, como todos esos hombres, unas ojeras profundas y oscuras. 



