martes, 11 de noviembre de 2008

tacos aguja



Cruza por la callecita empedrada con su tacos aguja y la cintura ceñida como corresponde a la femineidad.
A las 7 de la mañana hace frío en el invierno porteño de los años 60’s, después no lo hará tanto. Lleva hasta guantes al tono de los zapatos y con orgullo pasea una corona invisible que el "Club Social San Juan y Boedo" le ha puesto la primavera pasada.
Camina perfectamente. Erguida, derecha, con lo se supone para afuera y con esbelta coquetería.
Caminar no se aprende, ni se contagia, se hereda y a veces.
Sus taquitos aguja apuran por Retiro. Será desde aquél día una buena mujer.
Le dirá “.... hasta aquí hemos llegado” aunque pierda el salario.
Será lo que corresponde!
La pretende un tal Rodolfo Matienzo, del que todavía sonríen las hermanas después de cincuenta años como geishas avergonzadas detrás de un abanico y sin soltar palabra.
Cruza con sus taquitos por Retiro.
-Cómo lo tomará Don Matienzo-, se pregunta.

Matienzo seguramente habrá explorado las costuras de los trajecitos que ella lucía. Quién sabe hasta dónde le metió mano. El don era su jefe, casado, baboso, un tanto socarrón y sinverguenza con poder detrás de unas buenas faldas y de cualquier coima que engrosara su bolsillo.

Cruza apurada por el frío hasta el Edificio Libertad. Entra al gran hall, mira impaciente los números ascendentes de "Ascensores Otis", se reacomoda, vuelve a mirar los números, golpea al botón insistentemente, elige la escalera, repasa lo pensado, llega al cuarto piso jadeante, acomoda su pelo con una mano y con la otra sostiene el picaporte de la oficina del tal, respira hondo, y abre la puerta descubriendo a Matienzo con un tiro en la cabeza y a su mujer de rodillas apuntándole.

13 comentarios:

Ojaral dijo...

Bueno, dentro de todo, una suerte, ¿no? Se ahorró las explicaciones la muchacha.
Hablando en serio, muy lindo el cuento. Está tan bien descrito todo, que uno puede ver, literalmente, esas caderas moviéndose por Retiro.
Saludos!

Anónimo dijo...

Genial.
En pocas palabra conocimos a ella y a él y la tercera aparece temerosamente en la ultima palabra del desenlace.


Excelente ficción!
Besos
P.G.

MQDLV dijo...

me gusta la forma en la que construís imágenes...

Javier Úbeda Fernández dijo...

Muchas mujeres para tan poco Rodolfo.. Así termina el pobre, jeje

¡saludos!

Marina Judith Landau dijo...

Desde el principio, no sé por qué, me recordaste a Arlt. Sí, ya sé, son estilos diferentes, pero hay algo...alguito.
Me encantó esto que escribiste, una joyita.
Besos.

Mari Pops dijo...

Ojaral
Gracias. La verdad debo practicar la ficcion.
Me alegro que la haya visto por Retiro.

P.G.
Gracias. Al final claro la sorpresa
Un beso

Mari Pops dijo...

MQDV: gracias

J Ubeda. Gracias.
Pobre??? era un coimero! Igual no le deseo la muerte a nadie la verdad

Donde: gracias por lo de Arlt.y lo de joyita. Enchapada señora enchapada...
saludos

Anónimo dijo...

VOS MEJOR CUIDATE TURRA

Marina Judith Landau dijo...

Qué triste que existan seres que utilicen su tiempo en pretender hacer daño, y además cobardemente...
Un abrazo, Mary.

Mari Pops dijo...

dondelohabradejado: gracias. Hay cada infeliz
Cual es tu blog concretamente. No me gusta no comentar con quienes me comentan pero entre al tuyo y quedo confundida xq indican 3 blogs.

Un abrazo y gracias

Marina Judith Landau dijo...

Mi blog es CruzandoLasGrandesAguas
http://dondelohabredejado.blogspot.com/
los otros son mi blog vitrina de premios y regalitos, y uno que está en construcción, de la próxima obra que voy a estrenar.
Yo paso por los lugares que me gustan, y en los que me siento cómoda, no espero que vengan al mío por eso. Pero desde ya que estás invitada y me alegrará verte. Ya viniste, una vez.
Yo por aquí siempre vuelvo, porque me encanta tu modo de escribir.
Un abrazo.

Dante Bertini dijo...

me impresiona
tuve una amiga que se llamaba Noemí Matienzo
casi fuimos novios

Mari Pops dijo...

me encanta ese apellido Cacho. Que paso?